El Centre de Recuperació de Fauna Silvestre del GOB tiene ya apadrinada casi la mitad de su superficie, 240 metros cuadrados de los cerca de 600 que ocupa, según el último cálculo realizado por la entidad. La campaña lanzada para conseguir financiación y evitar así el cierre de las instalaciones, creadas en 1998 y que han permitido salvar a 13.500 animales, continúa a buen ritmo, según declaró ayer el coordinador insular del GOB, Cristòfol Mascaró, quien no obstante subrayó que "necesitamos más gente, aún no llegamos". Un metro cuadrado cuesta 50 euros y de momento solo un ayuntamiento, el de Maó, figura en la lista de instituciones que apoyan el proyecto, aunque el GOB negocia una aportación, todavía por concretar, con el Consistorio de Es Mercadal, a través de un convenio.
Por ahora son más de ochenta las personas y entidades -mayoritariamente ciudadanos particulares-, que han aportado su granito de arena para la viabilidad del centro de recuperación de fauna, afectado por los recortes presupuestarios del Govern balear. La gestión del recinto fue adjudicada mediante concurso público a la Clínica Veterinària Jaume Pons i Lídia Massip, la misma que siempre ha colaborado con el GOB, aunque los 16.000 euros de la concesión son insuficientes para el servicio y por ello se puso en marcha la campaña de apadrinamiento.