El conseller de Cooperación, Joan Josep Pons, confirmó ayer que a finales de mes se ejecutará la orden de desahucio judicial del inquilino que regenta el restaurante-cafetería de la Casa de Menorca en Barcelona por impagos. La deuda que arrastra ronda los 35.000 euros y el litigio se remonta a un año atrás. El alquiler del local comercial situado en los bajos del edificio ubicado en la calle Diputación (detrás de la Universidad Central) representa una importante fuente de ingresos para esta institución social de capital público, junto al alquiler que abonan los estudiantes menorquines que residen en él (unos cien euros mensuales). El conseller hizo hincapié, no obstante, en que este problema económico puntual no afecta en absoluto a la estancia de los 30 estudiantes con escasos recursos que se alojarán en la Casa de Menorca el próximo curso. "La institución se autofinancia y los estudiantes no corren ningún peligro", incidió ante las dudas expresadas al 'Menorca' por un extrabajador sobre la continuidad de la Casa, debido a los problemas económicos que arrastra el inmueble. Juan Pons recordó al respecto que este año el Consell ha convocado seis plazas para estudiantes y la resolución ya ha sido notificada.
La sociedad que gestiona la Casa de Menorca en Barcelona está constituida desde 2007 por capital mayoritariamente público, ya que la participación del Consell y de los ayuntamientos menorquines suman el 50,07 por ciento del capital. La institución insular ostenta un 46,37 por ciento de las acciones y los consistorios un 3,7 por ciento. El resto está en poder de pequeños accionistas. El conseller de Cooperación, explicó que los impagos de la persona que explotaba el restaurante comenzaron hace ya dos años.
"Cuando llegamos al Consell nos reunimos con el inquilino para solucionar el problema, pero finalmente decidimos emprender acciones judiciales y antes de que acabe el mes de septiembre se ejecutará la orden de desahucio", explicó. Asimismo, añadió que el Consell ya se ha puesto en contacto con algunos acreedores del restaurante y está a la espera de la resolución judicial que permita saldar dicha deuda. De momento, el conseller avanzó la existencia de varios promotores interesados en alquilar de nuevo el local, circunstancia que garantizaría los ingresos que ahora faltan. "El edificio está en muy buena zona y ya hay personas interesadas en explotar el restaurante".