Cuando suene el primer timbre escolar este jueves, en el Colegio Pintor Torrent de Ciutadella todo estará a punto para el inicio del curso escolar 2012-13. Parece una obviedad, pero esta afirmación no se podía realizar con rotundidad hasta hace unos días. De hecho, una parte del centro está aún apuntalado, y la dirección del centro llegó a advertir que las clases no comenzarían el día 13 si no se ponía remedio a esta situación. Finalmente, parece que ésta será una historia con final feliz.
La concejal de Educació del Ayuntamiento de Ciutadella, Maite Torrent, explica que "el problema viene de varios años atrás". Concretamente de 2004. En esa fecha y hasta el año 2006 se amplió el colegio con un módulo de Educación Infantil. Para unir las dos zonas del centro se construyó una especie de porche de hormigón que servía a la vez para cubrir esta zona de las lluvias. Un año después empezaron a observarse deficiencias en la obra, y la dirección del centro fue avisando reiteradamente de las mismas. Se pasaron varias inspecciones técnicas, los arquitectos verificaron las carencias de la obra, pero en el pasado curso la cosa pasó a mayores.
Según explica Torrent, el pasado mes de abril se observó que este porche que une los dos módulos del colegio cedía. "Era peligroso y tuvo que apuntalarse este espacio, con los evidentes trastornos que esto supuso para el funcionamiento del centro", comenta la edil. A partir de ese momento, el Ayuntamiento de Ciutadella medió con el Institut d'Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (IBISEC) del Govern balear para intentar solucionar el asunto. Se habló, incluso, de utilizar la fianza que había depositado la empresa adjudicataria de la obra, Tolo Pons, al principio de la actuación. No obstante, se desistió de esta opción. "Es algo que no se ha hecho nunca, y no quiero hacerlo", asegura Maite Torrent. Así, se requirió a la empresa para que ejecutara una actuación de mejora consensuada entre los diferentes técnicos que visitaron la obra.
La decisión fue reforzar la estructura del porche, y la obra estuvo concluida a mediados de agosto. Parecía que el tema se había solucionado, pero la sorpresa llevó al cabo de tres días, cuando la estructura volvió a ceder. En ese momento, a menos de un mes para el inicio de las clases y con la posibilidad de que la dirección del centro no quisiera comenzar el curso sin una solución, se tuvo que encontrar una opción alternativa. La actuación decidida fue construir unos pilares para soportar la estructura, pero surgió un nuevo problema: la obra suponía un sobrecoste de 4.000 euros, y desde la Conselleria de Educación aseguraban no disponer de este dinero. Finalmente, unos días más tarde, concretamente el 31 de agosto, se encontró el dinero y se decidió acometer la actuación casi a contrarreloj.
Si no hay ninguna nueva sorpresa, esta semana se retirarán los puntales que refuerzan la obra. Esto supondrá iniciar el curso con normalidad después de unas semanas de gran incertidumbre. En este sentido, la concejal de Educación, Maite Torrent, se muestra muy agradecida a la dirección del colegio Pintor Torrent y a la Asociación de Padres y Madres de Alumnos del centro (APIMA) "por su comprensión y paciencia, puesto que podrían haber puesto el grito en el cielo y no lo han hecho. Han sido muy tolerantes", explica.