Autoficha
Me llamo Cristina Cantalapiedra Mendiola, nací en Barakaldo (Vizcaya) y tengo 41 años. Vivo en Menorca desde 1986. Estoy casada con Miguel Marqués y tenemos dos hijas, Gemma y Ariadna. Acabo de abrir una tienda de ropa y accesorios para todo tipo de danza. Se llama Tot Dansa Menorca y la inauguré hace unos días en el número 30 de la calle Mallorca de Ferreries.
¿Qué le motivo a abrir el negocio?
Ya hace años que tenía la intención de montar un negocio propio pero no sabía muy bien de qué. Mis dos hijas hacen ballet y a la hora de comprarles la ropa y los accesorios siempre tenía problemas para encontrarlos en la Isla, así que al igual que otros padres tenía que recurrir a comprarlos por internet. En realidad fue mi hija mayor la que me animó a abrir la tienda.
¿Cómo está siendo la aceptación por parte del público?
A pesar de que hace muy pocos días que tenemos abierto, la gente me está haciendo muy buenos comentarios al respecto. Sobre todo me dicen que ya era hora de que en Menorca hubiese una tienda especializada en danza. Ya se ha acercado gente interesada de otros pueblos de la Isla. Está teniendo una excelente acogida.
¿Qué podemos encontrar?
Zapatos para baile de salón, puntas de ballet y todos sus accesorios para hombre y mujer, ropa para gimnasia rítmica y jazz, y algo de patinaje... Dentro de poco introduciré todo lo relacionado con la danza del vientre. También hacemos mallas a medida.
¿Un servicio personalizado?
Sí, contamos con una modista dispuesta a confeccionar los trajes para los diferentes festivales y a hacer todo tipo de arreglos de ropa.
Tengo entendido que compagina esta profesión con un sector muy diferente.
Sí, por las mañanas trabajo en el sector de la alimentación. Por el momento Tot Dansa Menorca solo abrirá por las tardes, de lunes a viernes de 17 a 20.30 horas; y los sábados todo el día, de 10 a 13.30 y de 17 a 20 horas. Pero mi intención es poder llegar a dedicarme al negocio de manera exclusiva.
Un negocio propio requiere de esfuerzo pero también debe llenarle más a nivel profesional, ¿no?
La verdad es que sí. Poder abrir mi negocio era una meta y ahora por fin he podido cumplir un sueño y además hacerlo con un proyecto nada repetitivo en la Isla y novedoso. He encontrado el negocio ideal, disfruto con la reacción de la gente cuando entra en la tienda.
¿Quién le ha ayudado a emprender este proyecto?
Por supuesto mi marido Miguel. También he contado con el asesoramiento de la directora de la Escola de Dansa de Ferreries, Carmen Estela Fernández, y debo agradecérselo. He tenido el apoyo de muchos compañeros. Entre ellos, David Caules me ha hecho los "flyers" y Francesc Enrich me regaló el logo de la tienda. Mi madre Carmen me hizo el maniquí-muñeca del escaparate.
¿Qué le trajo a Menorca?
El trabajo de mi padre. Vinimos toda la familia. Ahora ya no me podría ir de la Isla, me encanta su calidad de vida y en especial Ciutadella que me parece el lugar más maravilloso del mundo. Me apasionan sus calles antiguas.
Por su experiencia, ¿por qué recomendaría el ballet?
Apunté a mis hijas desde pequeñitas porqué el ballet conlleva una disciplina que me parece muy buena a la hora de enfrentarse a la vida. Les ayuda a concentrarse y, aunque parezca una tontería, a obedecer a los padres.