El Consell de Govern aprobó el viernes el Decreto Ley que adapta la actividad comercial de Balears a la nueva normativa estatal. Además, extiende a todo el año la vigencia de la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) eliminando, por tanto, las limitaciones comprendidas entre el 15 de marzo y el 30 de octubre. Teniendo en cuenta que Menorca se considera en su totalidad ZGAT, esta catalogación con carácter anual permitirá a las grandes superficies comerciales abrir todos los domingos y festivos del año.
Este nuevo escenario que se perfila en la Isla ha topado con el rechazo de la Asociación de Comerciantes de Menorca (ASCOME) que advierte que esta declaración "no tiene ningún sentido" en la Isla cuando durante los meses de invierno la llegada de turistas es más bien débil o inexistente. El presidente, Vicente Cajuso, asegura que la entidad está totalmente "en contra" de esta ampliación y tilda la medida de "muy poco acertada". La consecuencia directa de ello es la permisibilidad de apertura durante todos los domingos y festivos para aquellos establecimientos comerciales con una superficie superior a los 300 metros cuadrados. Este hecho no va a suponer una "gran catástrofe" para el pequeño comercio aunque se suma a la cadena de obstáculos que ya lleva acumulado el sector. Según Cajuso, el pequeño comercio lleva años con un retroceso de facturación y una pérdida de empleo.
Este nuevo revés no ayudará a que el sector salga del bucle en que se encuentra, señala.
Los negocios de menos de 300 metros cuadrados de superficie ya cuentan con esta liberalización, por lo que, "si había algunos pequeños comercios que abrían en domingo ahora probablemente verán reducido el volumen de negocio con un claro beneficio para las grandes superficies", apunta Vicente Cajuso.
No obstante, los ayuntamientos tienen potestad para decidir las zonas que van a mantener o no dicha catalogación. En este sentido, si algún ayuntamiento propusiera parte de su territorio para que no gozara de la catalogación de Zona de Gran Afluencia Turística, dicha área debería someterse al régimen general de horarios que estipula la Ley. Para estos casos, el Decreto Ley incrementa de ocho a diez el máximo de domingos y festivos en los que los comercios pueden tener abierto.
Así las cosas, la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, aboga por un consenso insular en lo que respecta a esta decisión que recae en cada uno de los municipios con el objeto de no crear agravios comparativos en zonas de clasificación similar. Para Reynés, el tema es lo suficientemente interesante, y delicado, como para que se trate y debata en la próxima reunión de alcaldes.
Por otra parte, el Decreto Ley amplía el número de horas semanales de apertura de los establecimientos comerciales que pasa de las 72 horas permitidas hasta el momento, a las 90 que marca el nuevo Decreto Ley. En este sentido, Vicente Cajuso explica que el Gobierno Central permite la liberalización total de horarios pero faculta a las comunidades autónomas para que decidan si aplicar un máximo o permitir barra libre. En este sentido, ASCOME señala que el Govern ha marcado un tope (que es el mínimo que prevé la normativa estatal). A su entender, en este caso "el Ejecutivo autonómico ha actuado correctamente", concluye.