El Ayuntamiento de Sant Lluís reducirá el tipo impositivo del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) para fincas urbanas del 0,555 actual al 0,515, con el fin de reducir el efecto de la revisión catastral, que elevó la base aplicable del impuesto, en los recibos de los contribuyentes. Así, el pleno del Ayuntamiento aprobó ayer la modificación del gravamen sobre el valor de las viviendas de la localidad, que en algunos casos se vio hasta duplicado con la última revisión de 2006. El IBI rústico se mantendrá en el 0,65 por ciento.
Según expuso el alcalde, Cristóbal Coll, el Consistorio mantiene sus previsiones de recaudación por concepto de IBI en la misma cantidad que en 2012, un total de 3.700.000 euros. La contribución se verá de media "prácticamente congelada" para los propietarios de casas en Sant Lluís, afirmó Coll, pero no será así en el caso de la tasa por el servicio de recogida de basuras.
Otra de las ordenanzas fiscales que se modifica por acuerdo del pleno celebrado ayer es la que regula la tasa por la recogida y tratamiento de basuras y residuos sólidos del municipio, y la subida que se aplica es considerable, un 6,7 por ciento. Los motivos, según el alcalde del PP, son la aplicación del nuevo IVA sobre el coste del servicio -que pasa de un tipo del 18 al 21 por ciento-, la aplicación de la subida del IPC acumulado y el aumento del coste del servicio debido al incremento de la población y el volumen de residuos generados (la nueva contrata asciende a unos 800.000 euros), y sobre todo, a la deuda que arrastra el Ayuntamiento por el pago de la nave utilizada por la concesionaria para guardar sus vehículos, en el polígono industrial.
Según Coll, durante los últimos doce años el Ayuntamiento, que se comprometió a financiar la nave, sólo ha pagado intereses, y la cantidad restante por amortizar es de 330.000 euros. El alcalde admitió que la subida de la tasa es importante, pero aún así, y con "un cambio de estructura de la tasa para poder cubrir el coste del servicio", éste sigue arrojando un déficit que debe pagarse con parte de la recaudación del IBI. Otras modificaciones de ordenanzas fiscales afectan a la regulación del uso del espacio público, con la creación de una tasa de carga y descarga para peticiones particulares de este uso, así como la ordenación de los vados "con un reajuste de precios", apuntó Coll, que sitúa el precio en 40,50 euros anuales. Además, se cambia la tasa por el servicio de comida a domicilio para personas mayores, que se abonará de acuerdo con el coste del menú y en base a la disponibilidad de renta.