Tres años atrás, una iniciativa llamada GIBET empezó a andar. Las siglas del Grupo de Intervención en Bienes Etnológicos agrupaban a un grupo de voluntarios decididos a recuperar elementos del paisaje tradicional que habían sido pasto de las hierbas, el desuso y el olvido. Comenzaron por el cementerio de protestantes de Ciutadella, un edificio que limpiaron y acondicionaron antes de entregarlo de nuevo a su propietario, el Ayuntamiento de Ciutadella.
Tres años después, el edificio recuperado entonces está sin inquilino, y de nuevo las hierbas y el desuso vuelven a hacer mella en él, poniendo en peligro el trabajo realizado en su día. El Ayuntamiento y la Associació Bonsai Menorca negociaron para que esta entidad pudiera instalarse en el recinto, pero para ello el Consistorio debía reparar la conocida como caseta de las autopsias, a la que había que cambiar unas vigas. Esto suponía dinero, y el Ayuntamiento no estaba por la labor, como tampoco lo estaba la Associació. Así, finalmente la entidad devolvió las llaves del recinto al Consistorio, y desde entonces el antiguo cementerio de protestantes permanece cerrado, y no parece que se avecine ningún inquilino a corto plazo.
La concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ciutadella, Auxiliadora Pons, admite que "ahora mismo el edificio no tiene ningún uso". Además, añade que "para que pueda utilizarse la instalación, deberíamos realizar una inversión para adecuar la caseta, y con la situación económica actual veo complicado que podamos hacer algo".
De este modo, el trabajo realizado en su día por la sección vinculada a la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella puede perderse entre los hierbajos y el olvido. "Es una lástima que no haya ninguna entidad interesada en utilizar este espacio", apuntan desde la entidad.
Mientras este edificio permanece sin uso, el proyecto GIBET prosigue, centrado el próximo año de nuevo en la recuperación de los jardines de Sa Vinyeta, una actuación que ya iniciaron este año y que ha permitido despejar un espacio emblemático en su día y que esperan poder conectar de nuevo con la ciudad con la recuperación de un antiguo camino. El riesgo de que también este espacio quede sin uso existe, pero todos esperan que se haya aprendido la lección y no se repitan errores.