Un equipo científico de la entidad ecologista Oceana examinará durante los próximos días el entorno de la Illa de l'Aire, en Punta Prima, donde Autoridad Portuaria prevé el vertido de parte de los lodos que se saquen del puerto de Maó mediante la controvertida operación de dragado.
Entre ayer por la noche y esta mañana estaba prevista la llegada de una embarcación especializada, procedente de Mallorca. En ella trabajarán durante los próximos días, y siempre en función de la meteorología, los dos operadores del robot encargado de realizar las filmaciones y fotografías, la científica menorquina Marta Carreras que coordina los trabajos, un operador en superficie y dos tripulantes.
El objetivo de la expedición es valorar cómo puede afectar al ecosistema el vertido de los lodos procedentes del puerto de Maó. "Autoridad Portuaria dice que no hay afectación, que es una zona de fango, y esto es lo que queremos comprobar de primera mano", explicaba ayer Xavier Pastor, director de Oceana en España. El espacio en cuestión tiene unos cincuenta metros de profundidad y se encuentra al sur del islote.
Pastor comenta que existe una alta preocupación por las consecuencias medioambientales que pueda llegar a tener el vertido, y no solo por su efecto en la zona a estudiar, sino también porque no consideran oportuno un mayor vertido de mercurio en el mar.
Oceana ha propuesto la protección del entorno de la Illa de l'Aire mediante las fórmulas legales que se consideren oportunas. Dentro de la catalogación de zonas a proteger en Balears que plantea Oceana, el entorno de la Illa de l'Aire aparece como "a estudiar".
Por otro lado, Oceana ha trabajado también en el análisis de los informes de Autoridad Portuaria relativos a la operación de dragado, un trabajo que ha realizado la propia Marta Carreras, junto con el GOB. La entidad de conservación marina ya informó que sus conclusiones eran desfavorables al respecto, por el alto contenido de metales pesados detectado en los lodos que se pretenden extraer.