La empresa menorquina Biloop Technologies recibió el premio a la innovación de CAEB tras haber desarrollado un traductor de llantos de bebé que reduce el tiempo de traducción de los 10 segundos del iPhone a 3. Dicha innovación dispone de 5 sonidos para calmar al bebé: olas del mar, latido del corazón de la madre, y 3 nanas.
La empresa cuenta con representación en la Península, Norteamérica y China, y ha establecido sinergias con la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME), integrada en CAEB, para regalar una aplicación del traductor a los turistas que reproduce el sonido del mar de una playa de Menorca y transmite los valores de tranquilidad, antiestrés y relajación de la Isla. Es miembro de la Associació Balear d'Empreses de Biotecnologia, integrada en la CAEB.
El acto de entrega, celebrado en Palma, contó con el presidente de la CAEB, Josep Oliver, y el vicepresidente del Govern de les Illes Balears, Josep Ignasi Aguiló. A continuación han intervinieron, en nombre de los patrocinadores, Soledad Seisdedos, directora de Aenor Baleares; Rafael García Escarré, director general de Orbita97, y Luis Bendito, Managing Director de Microsoft Innovation Center. Posteriormente a la entrega, el profesor del IESE y uno de los principales Business Angel de España, pues participa en más de 30 proyectos, Luis Martín Cabiedes, impartió una ponencia sobre las características necesarias para atraer inversores a proyectos innovadores.
Tanto Oliver como Aguiló coincidieron en subrayar la importancia de reconocer el "esfuerzo" de las empresas en cuestiones de innovación, así como su función ejemplarizante. En esta línea, el vicepresidente afirmó que "estos premios ponen de relevancia la importancia de CAEB como institución" y señaló que "las empresas no pueden estar acomodadas, por lo que requieren de una permanente renovación y que la sociedad les acompañe en esta tarea".
Juan José Lladó Colom fue otro premiado. Es un emprendedor mallorquín que ha desarrollado el "destapafácil", anillo-cilindro que dispone de una lengüeta en su parte exterior, mientras que en la interior dispone de unos topes o ranuras que al encajar en las estrías del tapón del recipiente provocan con un mero giro que el envase se abra.