Juan Luis Hernández Gomila (Maó, 1957) es licenciado en Filología Hispánica, especialidad en Literatura Castellana. En la actualidad es profesor de Secundaria en el Insituto Joan Ramis i Ramis de Maó. Colabora desde su juventud con este diario y es también comentarista en COPE Menorca. Cuenta con numerosos premios de narración y relatos y ha formado parte de diferentes jurados de premios diversos, incluso en cuatro ocasiones lo ha sido del Premi Born de Teatre.
¿Sobre qué disertará en su pregón de esta tarde en el Saló Gòtic del Ayuntamiento de Ciutadella?
Será una reflexión sobre la festividad de Sant Antoni y sobre los hechos históricos del pasado. Además expresaré el sueño de lo que a mi me gustaría que fuese Menorca. También hablaré de lengua, territorio, economía. Y lo haré con formato literario. El pasado debe conocerse, pero también cabe pensar en el futuro.
¿Qué significado tiene para usted la Festividad de Sant Antoni y, por ende, la Diada del Poble de Menorca?
En primer lugar significa saber quienes somos. Y a pesar de que fue un hecho de armas, somos la apuesta que hizo el conquistador y que dejó una lengua que es la propia, pero también deberíamos ser conscientes de la lucha de cada día. Es una invitación a la reflexión y al trabajo de todos.
¿Cree que sirven de algo las reivindicaciones que afloran por Sant Antoni por parte de la sociedad en general, pero especialmente desde las trincheras políticas?
Yo creo que sí. Pienso que sí es oportuno reivindicar. Es bueno recordar de dónde venimos y quiénes somos. Es importante saber que tenemos una lengua propia, un territorio, una naturaleza que conservar...
Ahora, inmersos en una crisis que no perdona a nadie, ¿cómo cree que nos afecta a un territorio pequeño y aislado como el nuestro? ¿Es la doble insularidad una doble crisis para nosotros?
Si conseguimos ser una fuerza más unida como isla, podríamos ser como un modelo de experimentación.
¿En qué sentido lo dice?
En que se hace necesario disponer de una economía equilibrada, mantener mejor los diferentes sectores. En eso siempre pongo el ejemplo de la silla. Con cuatro patas (sectores) la silla puede aguantarse bien, si le dejamos sólo una pata, la silla se caerá. Y para eso nos falta recuperar más la cultura del pacto; sentarnos para hablar más, para dialogar más y saber educar más y mejor en valores.
¿Qué le falta celebrar a Menorca?
Deberíamos celebrar también mucho más el presente. Creo que tenemos suficiente coraje y recursos para saber tirar adelante. Me aferro a la frase de "el presente es malo, pero el futuro es nuestro". Por eso pienso que cabe celebrar todo lo que tenemos y mucho que todavía podemos recuperar. Lo podemos hacer mucho mejor si nos proponemos trabajar. Debe ser una cosa nuestra, vivimos en una isla que todavía conservamos bien, pero nos cabe esforzarnos de forma unida, ser más respetuosos, porque nuestro futuro nos da aún mucho juego por disputar.
¿Nos puede resumir cómo ve nuestra isla actualmente?
Ahora mismo noto a faltar el abandono continuo del campo, vamos perdiendo la industria casera, vamos perdiendo figuras, personas que han tenido un nombre importante en nuestra isla y que han aportado mucho. No obstante, también hemos de atenernos al trabajo anónimo. Decía Unamuno que "los pueblos no los construyen los grandes héroes, ni los grandes nombres, ni los grandes personajes, sino que lo hace la gente anónima con su trabajo diario".
¿Y cómo se encaja toda esta causa para que salga adelante?
Quizás fallen los políticos en el proyecto de futuro. Creo que hace falta saber hablar, con argumentos y no con insultos. Esto es una isla pequeña, nos conocemos todos y debería ser más fácil ponernos de acuerdo.
¿Y cuál sería este proceso conjunto? ¿Cómo entiende usted que debería ser el camino?
Deberíamos ser muy progresistas en determinadas cuestiones, como por ejemplo con las clases débiles y más necesitadas; en saber avanzar y no tener miedo. Por contra, deberíamos ser claramente conservadores en temas como la lengua propia, el paisaje y nuestro patrimonio, pero dejando de lado sectarismos.
¿Entiende que en Menorca existe una mentalidad muy conformista con lo establecido?
Estamos todavía con una democracia muy tierna y corta. Y deberíamos fortalecerla. Los políticos deberían realizar más esfuerzos en este sentido. Tenemos todavía mucho miedo a muchas cosas. ¿Qué miedo tiene que dar, por ejemplo, cambiar o modificar la Constitución? ¿Qué problema existe en ello? Pero sigue habiendo muchas cosas silenciadas porque la sombra de la dictadura franquista es larga. Sí, tenemos temores y somos conformistas, al menos eso existe todavía en una buena parte de la sociedad insular. Creo que si podemos estar mejor debemos avanzar, no conformarnos.
¿Piensa que los políticos obedecen primero a sus partidos antes que velar y decidir por los intereses reales de los ciudadanos?
Me gustaría pensar que no. A mi me gustaría que los políticos tomaran decisiones en base a sus propios criterios y con la libertad de voto necesaria para decidir. Creo que hay políticos que en ocasiones no están de acuerdo con lo que les marca el partido, y deberían poder tener libertad para decidir lo que más conviene a sus ciudadanos. De ahí que puede que las listas abiertas sean un sistema más abierto en este sentido.
¿Y alguna cosa más que quiera comentar?
No, nada más. Sólo agradecer al Ayuntamiento de Ciutadella la ocasión que me brinda para leer el pregón de la fiesta de Sant Antoni. Tengo mucho aprecio a Ciutadella porque trabajé muchos años allí y con buenos recuerdos.