Las obras de mejora del Camí de Torralba, que une el núcleo urbano de Alaior con la urbanización de Cala en Porter, empezarán en septiembre, una vez acabada la temporada turística, aunque la adjudicación se decida, previsiblemente, a finales del mes de junio. Así lo confirmaron ayer desde el Departamento de Movilidad del Consell tras reconocer que el proyecto había sufrido un nuevo retraso por cuestiones administrativas.
Si todo sigue su curso, en unos días se hará pública la aprobación definitiva del proyecto constructivo, que incluye la habilitación de un carril-bici, y de los nuevos bienes y derechos afectados. A su vez, los técnicos del Consell ya preparan los pliegos de los concursos públicos -uno para la dirección de las obras y otro para la ejecución de los trabajos- que, con toda probabilidad, serán aprobados a mediados de abril por la Comissió de Govern. De acuerdo con estos plazos, se estima que en mayo se pueda proceder a la licitación del concurso y a finales de junio a su adjudicación.
Se da la particularidad de que el proyecto de acondicionamiento de este vial, pensado como una actuación única y presupuestado en 3,2 millones de euros (incluido aquí el importe de las expropiaciones), se acometerá en dos fases por cuestiones estrictamente económicas.
Y es que el Consell solo dispone para este año de 1.622.500 euros para ejecutar obras viarias, el 55 por ciento de los 2.950.000 euros con los que está dotada la anualidad que por convenio debería abonar el Govern. Algo que también sucedió el año pasado y que el Ejecutivo autonómico solucionó reasignando el importe restante a las ultimas anualidades del acuerdo, es decir, 2016, 2017 y 2018.
A falta de saber qué solución se adoptará en este caso, la institución insular ya ha optado por contar únicamente con la partida presupuestada, por lo que ha decidido aplazar la segunda fase del proyecto al próximo año. Así, a partir de septiembre se iniciarán las obras de mejora del tramo de la carretera que discurre entre el poblado de Torralba y la carretera que une Cala en Porter y Maó (Me-12) y que han sido cuantificadas en 1,3 millones de euros.
Las actuaciones más relevantes de esta primera fase, que tendrá una duración aproximada de 180 días, serán la ampliación de la calzada, la rectificación de algunas curvas y cambios de rasantes y la construcción de una rotonda y un área de descanso en la intersección con la carretera Me-12, así como la habilitación de un primer tramo del carril-bici que entroncará con otros caminos o rutas existentes.
Por otra parte, en paralelo a la ejecución de las obras de acondicionamiento de la carretera, GESA desplegará la instalación que asegure el servicio eléctrico a Cala en Porter desde el centro de la Isla ya que ahora la urbanización, ante cualquier incidencia, no dispone de alternativa a la única conexión que tiene con Maó.
La planificación de los trabajos en dos fases permite, a su vez, tal y como explican desde el Departamento de Movilidad del Consell, que el poblado talayótico de Torralba, de gran interés turístico, no quede incomunicado durante varios meses.