Autoridad Portuaria de Baleares (APB) dio a conocer ayer al Ayuntamiento de Sant Lluís los detalles del Plan de Vigilancia Ambiental del dragado del puerto de Maó, que garantizará la no afección a las costas del municipio ni al Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Illa del Aire. Una delegación del Consistorio menorquín, encabezada por su alcalde, Cristóbal Coll, recibió por parte de técnicos de la APB información completa del Plan de Vigilancia Ambiental, que ya se está llevando a cabo en las zonas de actuación del dragado y posterior vertido controlado.
Este encuentro se produjo después de que el pasado lunes el Ayuntamiento reclamara abiertamente alejar mar adentro el punto de vertido escogido por el ente gestor y posponer asimismo la operación para no afectar la temporada turística. "No soy técnico, los estudios dicen que no hay riesgo, pero no hay que jugar con el miedo de las personas. Hay que tener estudios contrastados y creíbles y en base a ello debemos confiar en los técnicos", afirmó el alcalde de Sant Lluís a la salida de la reunión. "Nos han querido tranquilizar. Nos han dicho que todos los estudios son correctos y que los procedimientos seguidos son los exigidos por ley", comentó Cristóbal Coll, quien apuntó que la propuesta de alejar el vertido mar adentro fue rechazada por los técnicos al considerar que su afectación sería mayor. "Afirman que el valor medioambiental es aún más alto mar adentro y que en la zona elegida y en relación a las corrientes y el oleaje, el radio de afectación con vientos de hasta 30 nudos no llegaría a la costa".
No obstante, el responsable de S'Algar Diving, José Moya, también presente en la reunión expresó sus dudas sobre la actuación de APB. "Si existe un plan de vigilancia es que puede haber problemas. Ellos dicen que cumplen la normativa sin más, pero a mí no me tranquiliza", advirtió, al tiempo que expresó sus dudas sobre los efectos que tendrá en el turismo. "No sé si los turistas se creerán que no hay peligro. Creo que perjudicaremos el turismo".