Tras la convocatoria de la pasada semana, la comunidad educativa vivió ayer una nueva jornada de protestas en contra de las políticas educativas del Govern y, en concreto, de rechazo a la Ley de Convivencia y el Decreto de Tratamiento Integral de Lenguas, así como a la Ley de Símbolos.
La huelga fue secundada, según datos de la delegación de Menorca de la Conselleria de Educación, por un 77,5 por ciento de los alumnos de Secundaria de la Isla, que esta vez hicieron coincidir su reivindicación con los docentes. El responsable insular, Julián Hernández, precisó que 2.293 de los 2.958 estudiantes llamados al paro no asistieron a las aulas. Recalcó que el seguimiento fue especialmente masivo en Ciutadella, donde el 98 por ciento de los alumnos secundaron la huelga.
Por el contrario, la incidencia entre los docentes fue notablemente inferior. Tan sólo 95 de los 772 profesores que trabajaban ayer por la mañana optaron por seguir el paro, lo que representó un 12,3 por ciento, una cifra menor a la de Balears, que se situó en un 16,6 por ciento. Por su parte, los sindicatos elevaron el seguimiento en Menorca del colectivo docente en cerca de un 23 por ciento, mientras que apuntaron que se alcanzó un 33 por ciento a nivel autonómico.
Ya durante la manifestación que tuvo lugar a partir de las 18 horas en Maó, la representante del STEI-i, Maria Camps, admitió que la participación de los docentes en la huelga fue menor de lo esperado, algo que atribuyó a la responsabilidad profesional de muchos maestros y profesores que estos días se encuentran inmersos en el proceso de evaluación y a un cierto escepticismo. "Las políticas no cambian a pesar de las manifestaciones colectivas", advirtió Camps.
Por su parte, la secretaria de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT, Jaqueline Moreno, precisó que el seguimiento de la huelga fue mayor entre los profesores de Educación Secundaria y no tan seguida por los maestros de Primaria e Infantil. "Los docentes están agotados y decepcionados", reconoció la representante sindical.
Manifestación
Alrededor de 300 personas participaron durante la tarde en la marcha que se inició a las puertas del IES Joan Ramis i Ramis y recorrió la calle Sant Esteve en dirección a la Plaça Miranda, con una parada obligada en la delegación de la Conselleria de Educación.
Ya frente a la Dirección Insular, los representantes sindicales hicieron lectura de un manifiesto a través del que mostraron su rechazo a las políticas educativas del Govern balear, al que acusaron de ser incapaz de escuchar las demandas planteadas por la comunidad educativa. "Estamos hartos de los intentos que se están llevando a cabo desde el Ejecutivo autonómico de menospreciar la labor de los docentes y de estimular la confrontación constante con el ámbito educativo", denunciaron.
Con el objetivo de no entorpecer la jornada lectiva, el claustro de profesores de los dos colegios de Sant Lluís optaron por llevar a cabo una protesta alternativa coincidiendo con la convocatoria de huelga. De este modo, un centenar de alumnos, profesores y padres se concentraron a partir de las 8 horas en la zona de aparcamiento del Polideportivo para participar en una cacerolada.
El delegado insular de Educación mostró su apoyo a este tipo de iniciativas que no interfieren en el horario lectivo. En este sentido, consideró que la alternativa de los colegios del municipio de Llevant es adecuada puesto que permite a la comunidad educativa mostrar su desacuerdo sin afectar directamente a los padres que trabajan y, por tanto, necesitan dejar a sus hijos en la escuela.