La compra de las vacaciones de este verano será para los españoles, más que nunca, una decisión de última hora, a la espera de que surjan ofertas o de que las familias cuenten con la certeza de que mantendrán su empleo y sus ingresos. La situación laboral, el precio y las conexiones con la Isla son los tres factores que jugarán un papel decisivo en la elección de destino en un mercado del que los hoteleros no esperan, de momento, ninguna alegría.
Fuentes de la patronal hotelera de Menorca ASHOME señalan que se confía en una recuperación en la llegada de británicos, en mantener las cifras de 2012 en cuanto a los visitantes alemanes, pero no se espera una mejoría de la demanda nacional, que en el primer trimestre del año experimentó una fuerte contracción.
Según el último informe sobre las perspectivas turísticas emitido por Exceltur (Alianza para la Excelencia Turística), es cada vez más palpable la diferencia entre una demanda interna que intensifica su caída y una demanda externa que resiste. La crisis ha hecho que los hogares españoles recorten en las salidas vacacionales.
A comienzos de 2013 los indicadores de viajes turísticos de los españoles se situaron en los niveles de hace una década, asegura Exceltur en su análisis. La debilidad del consumo se nota sobre todo en los hoteles de menor categoría y en los alojamientos rurales.
También en el sector aéreo, donde el descenso de la demanda se incrementa por efecto de la subida de las tasas aéreas y el IVA.
"El handicap de Menorca sigue siendo el transporte, aunque los hoteles hagan ofertas y tengan buenos precios, faltan vuelos o son caros", ha afirmado el gerente de ASHOME, Joan Juanico, quien además lamenta que, a estas alturas del negocio turístico, "en Menorca no hemos sido capaces todavía de crear algo distinto, que nos diferencie, que atraiga turismo por ese valor y no por el precio".
Para este segundo trimestre del año los empresarios turísticos anticipan, según Exceltur, una leve recuperación del consumo de los alemanes y el mantenimiento del mismo en Reino Unido y Francia. Sin embargo, el aumento del paro en España y el deterioro de la renta en los hogares hace prever que el consumo en vacaciones y viajes no se recupere.