La normativa que regula el pesaje y primera venta de productos pesqueros "no se adapta a las características de Menorca, está hecha para sitios en los que hay lonjas, es una norma estatal que se deriva de un reglamento europeo, pero eso no nos exime de cumplirla", declaró ayer el conseller insular de Economía y Medio Ambiente, Fernando Villalonga, quien tendió una mano al sector para recuperar el diálogo y estudiar "como se puede hacer para que su cumplimiento no sea un problema para las cofradías".
Villalonga reconoció que la situación es "complicada" porque la ley no recoge la "singularidad" de la Isla, donde tradicionalmente las descargas no se han realizado en los puertos base y existen barcas en diferentes calas, pero insistió en que "hay que hacer posible el cumplimiento de la norma". Recordó asimismo que la norma está vigente "hace años" pero fue en 2012 cuando se autorizaron los puntos de venta en Menorca, y afirmó que ese retraso, no achacable a su gestión, "es lo que ha hecho que no se avance en la aplicación de la normativa".
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