Una expedición menorquina encabezada por la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, y el vicepresidente del Consell, Luis Alejandre, a su vez promotor de la Fundación Amigos de la Isla del Hospital, se halla de visita en Belle-Île-en-mer, isla atlántica de la Bretaña francesa. La recepción oficial en el edificio municipal de Le Palais sirvió para iniciar los trámites pertinentes para concretar el hermanamiento de Belle-Île-en-mer y Maó.
Veintisiete personas participan en este viaje de contenido histórico-cultural, que probablemente generará la devolución de la visita durante las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia, de acuerdo con la invitación ofrecida por la alcaldesa de Maó en el curso del acto institucional celebrado ayer al mediodía en el Ayuntamiento de Le Palais, principal núcleo de este pequeño territorio, con una población total de unos cinco mil habitantes.
La recepción oficial fue saludada con entusiasmo por las autoridades de esta comuna, que colgaron la bandera de Menorca en la fachada del edificio municipal. En el curso del acto se intercambiaron obsequios y se dieron los primeros pasos administrativos para un futuro hermanamiento entre Le Palais y Maó. Águeda Reynés destacó en su intervención "la historia que hace 250 años unió azarosamente estos territorios que en aquellos tiempos eran moneda de cambio entre las potencias europeas" y añadió que ahora lo importante "no son -o no deberían ser- los territorios sino las personas sean de donde sean, pero si hay algo en común aunque sea una coincidencia histórica, resulta más interesante". En el mismo tono de cordialidad se expresaron Luis Alejandre y el alcalde de Le Palais, Frédéric le Gars.
El acto concluyó con un almuerzo oficial y la tarde se dedicó a visitar otras zonas de la Isla. El grupo, que -salvo la alcaldesa- salió el sábado de Menorca, regresará mañana tras un programa de visitas turísticas por algunas ciudades de Francia.
El viaje ha sido organizado por la citada fundación de la Illa del Rei con motivo del 250 aniversario del Tratado de París, que supuso el fin de la soberanía de Francia sobre Menorca y la devolución de Belle-Île-en-mer al estado francés por parte del Reino Unido.