Los futuros conductores tienen garantizado que podrán realizar clases prácticas y examinarse para obtener su licencia sin salir de la Isla, en la pista habilitada en Bintaufa y que cuyo aprovechamiento especial se cede ahora por parte del Ayuntamiento de Maó a la Asociación de Autoescuelas de Menorca. Un convenio firmado ayer por la alcaldesa de Maó, Àgueda Reynés, la representante de las autoescuelas, Ester Mantolán, y el conseller de Movilidad, Luis Alejandre, ofrece estabilidad al uso de las instalaciones durante los próximos veinte años. De lo contrario, como ya ocurrió antes de que se construyera esta pista en los años 80, existía el peligro de que los menorquines que quisieran obtener el permiso de conducir tuvieran que viajar a Palma para examinarse, tal y como explicó ayer, durante la firma del acuerdo, el teniente de alcalde de Servicios Generales, Salvador Botella.
El convenio se rubricó por iniciativa de la propia asociación, a la que pertenecen las diez autoescuelas existentes en Menorca, y en la pista de prácticas -de una superficie de 8.000 metros cuadrados-, se han realizado mejoras como su vallado y pintado. La inversión, de 20.000 euros, ha corrido a cargo a partes iguales de las autoescuelas, el Ayuntamiento y el Consell, este último implicado en la iniciativa ya que parte del solar cuyo uso se cede es de su propiedad. La pista está ubicada en Bintaufa pero es utilizada por todas las autoescuelas de Menorca, está abierta a conductores en prácticas y es apta para todo tipo de vehículos, turismos, motocicletas o camiones. La concesión se firma en un momento delicado para el sector. Pese a que el número de jóvenes en edad de conducir se mantiene "no son todos los hogares los que pueden pagar". El número de clientes de las autoescuelas también ha bajado por la salida de inmigrantes de la Isla y, en la rama profesional, por la menor demanda de clases para camiones. "El descenso en general es acusado, cuesta montar una clase de 10 o 12 alumnos, y antes había cola", explicó Ester Mantolán.