Una isla para dos continentes. Una Menorca para Europa y América. Una capital de la cultura talayótica que atrae a arqueólogos de Estados Unidos e Italia. Y es que la Università de Sassari y la Boston University trabajan estos días en excavaciones arqueológicas. Lo hacen en yacimientos distintos aunque unidos por el mismo afán de comprender el pasado. Y es que sin duda, Menorca capta la atención por su situación estratégica en el centro del Mediterráneo occidental.
Los arqueólogos italianos realizan una nueva campaña, la duodécima, en el yacimiento costero de Cap de Forma, en Maó, mientras que los americanos trabajan a caballo entre la Illa del Rei y el poblado de Torre d'en Galmés.
El interés que suscita entre los profesionales demuestra una vez más la riqueza cultural y arqueológica en plena campaña para lograr la candidatura de la Menorca Talayótica como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO. Sin duda, esta declaración otorga un distintivo de calidad y de reconocimiento mundial necesario para la preservación del patrimonio.
Las dos universidades compartieron pasión y conocimientos el pasado sábado en un encuentro celebrado en el complejo de Forma. Significativa es la importancia de estas excavaciones en Menorca el hecho de que la catedrática de Protohistoria Europea y directora de las excavaciones Anna Depalmas lleve en su tarjeta de presentación la silueta del yacimiento de Cap de Forma, acebuche incluido.
Depalmas explica que esta nueva campaña ha desplazado hasta Menorca a 16 personas entre estudiantes, doctores y colaboradores del proyecto. Hay universitarios de la Università de Sassari así como de la Università Sapienza de Roma. Desde el pasado día 5 y hasta el próximo 28, el grupo desarrolla un duro e intenso trabajo de campo. Y es que su jornada arranca a las seis y media de la mañana hasta las tres y media de la tarde. En horario vespertino el colectivo aprovecha para conocer otros yacimientos o para avanzar en la limpieza en laboratorio de las piezas encontradas.
Por su parte, los 17 universitarios, tres profesores y cuatro estudiantes de doctorado de la Boston University y también la Brown University llegaron la semana pasada y desarrollarán el trabajo de campo hasta el 17 de julio.
En el caso del yacimiento costero de Cap de Forma, Depalmas revela que esta campaña se centra principalmente en concluir los trabajos de excavación de la cisterna encontrada en el sector oriental del yacimiento. Esta cavidad de más de tres metros de diámetro y de gran profundidad permitirá "datar con más exactitud el período de su construcción", señala Depalmas. Los trabajos arqueológicos también inciden en ampliar la zona del fuerte -que pertenece al siglo XVIII en plena dominación británica- para poder confirmar la existencia de otra unidad habitacional. Además de la existencia de varios habitáculos las excavaciones también han permitido confirmar, en otras campañas, una área de combustión de época talayótica.
Depalmas señala que estas excavaciones demuestran que "Cerdeña y Menorca están muy cerca" y aunque aún "no hayamos encontrado aquí ninguna cerámica que se hubiese transportado desde Italia, hemos dado con muchos aspectos que hablan de similitudes en un contexto general". Asimismo, resalta el parecido entre la cultura talayótica y la nurágica, propia de Cerdeña.
Claudio Bulla, Giovanna Fundoni y Amilcare Gallo colaboran en la coordinación de los trabajos.
Estas campañas son posibles gracias a la ayuda del Ministerio de Asuntos Extranjeros del Gobierno de Italia y también de la Asociación Familia Italiana en Menorca. Depalmas indica que están a la espera de que la Fundazione Banco di Sardegna y el Consell hagan una aportación.