Su fondo de armario es la envidia de millones de devotas de la moda. En su perchero cuelgan creaciones de nombres tan ilustres como Yves Sant-Laurent, Carolina Herrera, Christian Dior o Roberto Verino. Son muchos y distinguidos los que la han elegido como modelo para pasear sus vestidos, y ahora una empresa menorquina se va a sumar a la exclusiva lista. En unos meses, Jaime Mascaró se convertirá en la primera empresa de calzado de la historia que viste por completo a una Barbie.
Como no podía ser de otro modo, la pieza estrella de la muñeca serán sus zapatos. Barbie calzará unas Pretty Ballerinas, el zapato insignia de la firma de Ferreries. Además, está previsto también que porte una cazadora de cuero fabricada por la empresa menorquina, unos guantes también de Mascaró así como un bolso de los llamados 'shopping bag'. La única prenda que no se corresponderá con ninguna creación real de Jaime Mascaró será la falda que se prevé completará su vestuario.
Esta Barbie menorquinizada no será accesible para todo el mundo. De hecho, se incluirá dentro de la serie "Barbie collectors", pensada únicamente para coleccionistas de la que es la muñeca más famosa de la historia. Los diseñadores más ilustres ya forman parte de la selecta nómina de quienes han podido vestir a Barbie dentro de esta serie limitada.
La colaboración con Mattel, la empresa fabricante de Barbie, empieza, de todos modos, antes de decidir vestir a Barbie con el sello de Jaime Mascaró. De hecho, antes de vestir a la Barbie auténtica, la empresa de Ferreries empezó por vestir a mujeres y niñas que querían tener un toque Barbie. Cuando la fabricante de juguetes decidió lanzar la película "Barbie en la bailarina mágica", en la que la muñeca interpreta a una artista de ballet, Mascaró quiso emular los zapatos que en la gran pantalla transportaban a Barbie a un mundo de danza donde conseguía hacer realidad sus sueños.
Así, Jaime Mascaró recreaba también sus orígenes, cuando en 1918 la empresa nació como un taller artesanal de zapatillas de ballet. La oportunidad, por tanto, era perfecta: recordar las raíces y aprovechar la plataforma de difusión de la muñeca más famosa del mundo.
Nació entonces la que Mascaró catalogó como "Barbie Fuchsia suede and Swarovski crystals", un modelo basado en la estética y la forma de las Ballerinas pero con un claro toque Barbie. Técnicamente, la empresa las define como "una escotada bailarina de lazo fino diseñada en ante en el pantone 219 rosa que siempre ha distinguido a Barbie.
El diseño está adornado con decenas de pequeños cristales de Swarovski Elements en forma de estrellas y estelas de cometa". Este modelo inspirado en Barbie se comercializa tanto para mujer como para niña. La diferencia en el calzado infantil es el material, más elástico para aferrarse más a los pies.
Mascaró ha planteado esta creación como una serie limitada, de la que solo se han producido 200 pares. De hecho, desde el pasado mes de marzo este modelo especial Barbie se vende en los establecimientos de El Corte Inglés y también en las tiendas de la marca menorquina. En los grandes almacenes, estos zapatos -vendidos en una caja también customizada al estilo de la muñeca de Mattel- comparten espacio con el resto de elementos creados especialmente para Barbie, como bolsos, guantes, entre otros.
Los responsables de la empresa aseguran que la serie ha tenido un éxito muy notable, lo que les ha empujado a poner en marcha una segunda edición limitada. Si la primera se comercializó únicamente en España, está previsto que esta nueva edición se venda, a partir de Navidad, en todo Europa.
La unión de Mascaró con Barbie supone la alianza de dos líderes. La historia de la empresa menorquina es ampliamente conocida, y su prestigio y reconocimiento indiscutible. Barbie es la muñeca más vendida de la historia. Se estima que se han vendido más de mil millones de unidades en todo el mundo, y que su comercialización llega hasta más de 150 países. Se calcula también que estas ventas le reportan a Mattel unos ingresos anuales de 3.500 millones de euros, y otro dato curioso apunta que en Estados Unidos, nueve de cada diez niñas ha tenido alguna Barbie en los últimos 40 años.