Autoridad Portuaria de Balears (APB) plantea una reordenación de los amarres destinados a la náutica recreativa de la ribera sur del puerto de Maó, desde la Colàrsega hasta Cala Figuera, con la licitación de tres concesiones a cinco años que afectarían, en distintos tramos, a alrededor de 280 puntos de atraque.
La propuesta se expuso ayer en la tercera de una serie de reuniones de carácter técnico que se celebró en las oficinas de Maó y a la que fueron convocados representantes de patronales y empresas del sector, como APEAM y ASMEN; los usuarios de Marina Menorca; Trapsa Yates; Menorca Náutic Yacht Charter y Menorca Mooring. Esta última empresa ha anunciado recientemente a Autoridad Portuaria su intención de abandonar antes del tiempo previsto la concesión de los amarres que gestiona actualmente y que finaliza en abril de 2014.
Abandono
La salida de Menorca Mooring del puerto, por razones económicas, libera un tramo del Moll de Llevant con 170 amarres convencionales, destinados a barcos con base en Maó y transeúntes, que sería objeto de una de las concesiones de Autoridad Portuaria. En este concurso el ente pone como condición que se incluyan los setenta amarres de gestión directa de APB que actualmente se encuentran en el Moll de Ponent, en la zona de la Colàrsega y que tienen precios sociales, más baratos que los de mercado, y que están destinados a embarcaciones de pequeña eslora, afirmaron fuentes oficiales del ente público. Se trataría de un cambio de ubicación de dichos amarres pero no de las condiciones económicas de los mismos.
Otra de las concesiones afectará, también en Ponent, a los denominados muelles de transferencia, donde existen amarres para barcos que deben ser reparados por empresas de servicios que están en tierra.
En este concurso se dará prioridad a la rotación de los barcos, para combatir la competencia desleal denunciada por el propio sector náutico y evitar que dichos muelles para la reparación se conviertan en marinas encubiertas. Así, en este tramo habrá unos setenta amarres y se podrá atracar durante un máximo de sesenta días, con un sistema tarifario progresivo para incentivar la rotación de las embarcaciones.
Por último, la tercera concesión que contempla APB afecta a unos cuarenta amarres -entre La Minerva y la actual zona de las golondrinas-, que estarán destinados a las excursiones chárter.
Según Autoridad Portuaria, la reducción del tiempo de las concesiones responde a la petición del sector náutico de que se moderen los precios y tarifas en el puerto. El ente argumenta además que los tres concursos que se plantean no requieren grandes inversiones por parte de las empresas que liciten, de modo que se acorta el periodo de explotación ya que las concesionarias no requerirían de 15 o 20 años para recuperar el dinero invertido.
La situación es así, añade APB, revisable en un plazo más reducido de tiempo, algo positivo en la actual coyuntura económica.
En cuanto a los cánones que fija APB en su propuesta de reordenación, éstos sería de 150.000 a 200.000 euros al año en la concesión de los 170 amarres convencionales; de 24.000 euros al año para la zona dedicada a los 70 amarres de chárters; y de 36.000 euros al año para los 70 amarres que ocuparían las embarcaciones que tienen que ser reparadas. Unas tarifas de salida de los tres concursos que APB considera reducidas.