El Ajuntament de Maó promueve la concesión de entre 15 y 20 licencias temporales de taxi con el objeto de cubrir la demanda que se genera en los meses punta del verano. Así lo anunció ayer el teniente de alcalde Salvador Botella al conseller de Movilidad, Luis Alejandre, y a los representantes municipales convocados para pasar balance a la temporada.
Botella, quien la víspera ya había tratado de esta cuestión con la alcaldesa Águeda Reynés y Taxis Mahón, reivindicó la potestad de regular el servicio en su municipio siguiendo el ejemplo de Eivissa, que ya lleva cuatro años otorgando licencias temporales para cubrir toda la demanda.
La propuesta provocó reacciones de desagrado entre los alcaldes y concejales del resto de la Isla, que temen ver alterada así la regulación del sector en Menorca. Maó concentra 42 del centenar de licencias de taxi, por lo que disponer de otra veintena de junio a septiembre restringiría más las opciones de los demás conductores para operar en el Aeropuerto.
«Dicen que Maó es el problema, pero nosotros no tenemos la culpa de que todos quieran ir al Aeropuerto y éste se encuentre en nuestro municipio. Lo más acertado -remarca Botella- sería que los taxistas de Menorca fueran todos a una, es cierto, pero como los viernes llegan más aviones y cruceros y los hoteleros hasta tienen que recurrir a minibuses por falta de taxis, nuestro deber es tomar medidas para hallar una solución que permita cubrir toda la demanda».
En los próximos días, el Ayuntamiento convocará una asamblea para ratificar la propuesta e iniciar la tramitación de las licencias con vistas al verano de 2014. El presidente de Taxis Mahón, Francisco Expósito, cree que «es lo mejor. No pedimos ir a cargar a otros municipios, al contrario de lo que hacen algunos, que se quedan aquí y nos quitan servicios mientras dejan desatendidos los hoteles de sus urbanizaciones. A diferencia del resto de la Isla, donde hay 0,5 taxis por cada 1.000 habitantes, aquí tenemos 1,7 y con las licencias temporales llegaríamos a 2,5, la solución definitiva».
El conseller toma nota, pero pide «ser muy prudentes con dar licencias temporales en un sector que vive esencialmente del verano». Luis Alejandre respeta la pretensión de Maó, pero insiste en «preservar la unidad insular». El primer paso, «enmendar la ley de transportes para dar más atribuciones al Consell». Las licencias siguen en manos de los ayuntamientos.