La ceremonia de beatificación que esta mañana tendrá lugar en Tarragona y que elevará a los altares al sacerdote menorquín Joan Huguet Cardona (Alaior, 1913-Ferreries, 1936), además de otros 521 mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España, completará un prolongado y laborioso proceso iniciado hace 60 años.
La beatificación del Padre Huguet se verá realzada al celebrarse en el marco del «Año de la Fe», que fue promulgado el pasado año por el actual Papa emérito Benedicto XVI. Además, este acontecimiento de especial relevancia para los familiares del sacerdote que sufrió martirio y, por extensión, para toda la comunidad católica de la Isla coincide este año con el centenario de su nacimiento en Alaior.
Escenario
La plaza principal del Complejo Educativo de Tarragona acogerá la beatificación de los 522 mártires del siglo XX en España, acto que presidirá el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y representante del Papa Francisco para la Beatificación del Año de la Fe.
Está prevista la asistencia de unas 25.000 personas. Entre los asistentes, estarán más de un centenar de menorquines que se han desplazado hasta Tarragona para vivir en primera persona un acontecimiento que la Iglesia de Menorca ha esperado pacientemente durante varias décadas.
La delegación menorquina, que partió en la mañana de ayer por vía aérea, está encabezada por el obispo Salvador Giménez y formada por el vicario general Gerard Villalonga; el vicepostulador de la causa de beatificación, Guillermo Pons; familiares del nuevo beato, entre ellos sus hermanos Vicente y María Huguet Cardona; y un numeroso grupo de ciudadanos, con los alcaldes de Alaior y Ferreries, Misericordia Sugrañes y Manuel Monerris, respectivamente.
La plaza de la antigua Universidad laboral de Tarragona ocupa una superficie de 10.000 metros cuadrados. La fachada del edificio, que tiene 100 metros de longitud y una altura de 13 metros, se convertirá en el escenario principal del acto de esta mañana. El edificio está ubicado en las afueras de la ciudad y gracias a sus características permitirá la llegada de los peregrinos de una forma cómoda y escalonada.
Elección
La elección de Tarragona para la celebración es este acto no es casual. Esta ciudad conserva la tradición de los primeros mártires de hispanos en el siglo III d.C., entre los que se encuentran el obispo San Fructuoso y sus diáconos San Eulogio y san Augurio. Además, el grupo más numeroso de víctimas de la persecución religiosa que hoy serán beatificados procede de Tarragona, concretamente 75, seguido de Burgos, con 68, y Terrassa, con 13, según informó el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol. En su opinión, el acto de esta mañana será «una gran oportunidad pastoral para comprobar que el martirio es un acto de Amor Supremo por la coherencia, el compromiso y el perdón, que es lo que hicieron cada una de las 522 víctimas».
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, justificó la denominación de mártires de la persecución religiosa del siglo XX, y no solo de la Guerra Civil, «para evitar el equívoco de pensar que perdieron la vida como combatientes en una acción de guerra, sino que fueron víctimas por su fe a Cristo».