Alrededor de 200 personas (más de 250 según la organización) protagonizaron ayer en Maó la primera manifestación ciudadana en defensa de la españolidad de Menorca con motivo del Día de la Hispanidad. El movimiento, surgido en los últimos días, en parte en respuesta a los actos independentistas del pasado 10 de septiembre, quiere desmarcarse de los partidos políticos y se define como plural y nacido de la sociedad civil. Su objetivo: defender «el orgullo de ser español y su compatibilidad con ser menorquín».
Con vivas «a la unidad de España», enarbolando banderas nacionales y luciendo pegatinas con los escudos de España y de Menorca, los manifestantes partieron de la plaza Explanada y realizaron un recorrido por las calles más céntricas del municipio hasta llegar a la plaza Miranda, donde, frente a la sede de la Administración General del Estado, se dio lectura a un manifiesto que lamentó «los constantes ataques a la integridad de España» de los que «Menorca no es ajena».
Al llamamiento extendido por las redes sociales acudieron también representantes del PP, como los diputados Antoni Camps y Alejandro Sanz, así como el concejal de UPCM en Ciutadella, Joan Triay, y simpatizantes del PSOE. Sin embargo, el portavoz del movimiento, Sergio Peralta, quiso remarcar la importancia de que se visualice como una iniciativa «espontánea» y de «la sociedad civil», con carácter «no reivindicativo, sino festivo».
El mensaje: «Nos va mejor unidos, la división empequeñece y empobrece». La conjura: «Abandonar el silencio y hacernos escuchar». Alusiones a esa «mayoría silenciosa que por fin sale a la calle» precedieron al alzamiento de banderas al son del himno nacional y posterior canto a capela de canciones menorquinas. Los asistentes se emplazaron al Día de la Hispanidad del año próximo: «Tenemos que ser el triple».
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