La crisis económica ha provocado la destrucción de empleo pero los que aún lo mantienen trabajan en peores condiciones y renuncian a sus derechos con tal de no verse en el paro.
Esta es la principal conclusión de un estudio elaborado por Comisiones Obreras (CCOO) entre delegados de prevención de riesgos laborales de empresas de Balears, en el que se constata que más de la mitad de los encuestados aceptaría «cualquier condición de trabajo» por miedo a perder su puesto.
Según el sindicato, la inestabilidad laboral permite «un modo de control sobre los trabajadores basado en la sumisión y en la aceptación de la explotación».
Así, los empleados aceptan rebajas de salarios, aumentos de jornada, horas extras sin cobrarlas, acumulación de tareas, renuncia a días de permiso o incluso a bajas por enfermedad, todo ello en un peor clima laboral y con mayor incidencia de trastornos como el estrés y la ansiedad.
Delegados de prevención de CCOO de toda Menorca y técnicos de trabajo del Govern y de Inspección de la Seguridad Social debatieron ayer sobre esta situación en unas jornadas celebradas en el salón de actos del Hospital Mateu Orfila.
Para el secretario confederal de salud laboral de CCOO, Pedro Linares, «estamos ante una gran ofensiva para que los derechos reconocidos en el marco legislativo sufran un deterioro sustancial y veo complicado que se pueda recuperar todo lo perdido, pero intentaremos hacerlo», aseguró, «porque no tiene sentido que dejemos a nuestros hijos peores condiciones de las que nosotros hemos recibido después de muchos esfuerzos».
Según Linares, eso no va a ser fácil. «Hay un componente ideológico importantísimo, que está situando los derechos de los trabajadores como si fueran los únicos responsables de la falta de competitividad en las empresas, en España y en Europa», explicó.
El dirigente estatal de CCOO considera que «salir de la crisis por los modelos laborales de China o del sudeste asiático para competir con ellos es una barbaridad».
Linares aseguró sentirse «alarmado» por el aumento de la precariedad laboral en sectores ya estacionales como, en el caso de Balears, los servicios y el turismo, cuando «algunas empresas han tenido mayores beneficios».