El dragado del puerto de Maó es una prioridad para el presidente de Autoridad Portuaria de Balears (APB), Alberto Pons Fernández, porque de no llevarse a cabo, «está en peligro el abastecimiento de Menorca».
Así lo afirma el nuevo responsable del ente público en una entrevista publicada por el diario digital «Gaceta Náutica», en la que advierte de la pérdida de calado de la rada en el último año.
Según Pons Fernández, la profundidad ha disminuido hasta un metro a lo largo de 2013 y «si seguimos a ese ritmo, la Capitanía Marítima podría obligarnos a cesar el servicio de las navieras», asegura.
El problema de la reducción de calado ya hizo el pasado abril que uno de los grandes cruceros, el Saga Sapphire, tuviera que fondear en Cala Figuera debido a que el puerto no ofrecía los 8,4 metros de profundidad que requería el buque turístico británico.
Pons Fernández incidió en la necesidad de encontrar «una solución rápida y que sea sostenible» y añadió que Maó «es un puerto con muchos pequeños problemas que hay que resolver para que no siga perdiendo competitividad.
Ya he mantenido una reunión con los alcaldes de Maó y Es Castell y sé que podemos hacer cosas muy buenas si trabajamos juntos, respetando las necesidades comerciales del puerto y la idiosincrasia de la ciudad.