¿Por cuánto queda con la rebaja? Ésta fue una de las preguntas que más veces se repitió ayer entre vestidores y cajas. A ella se sumaron otras como ¿te queda una talla más? o ¿el descuento también se aplica a los artículos de la nueva temporada? Sin duda, la de ayer fue una jornada para darse un capricho. La apatía que suele reinar de un tiempo a esta parte en los comercios dejó pasó a la alegría por transitar con las bolsas llenas sin que ello supusiera vaciar carteras. Ayer más de 130 comercios de la Isla se sumaron a la iniciativa «Día de las Oportunidades» impulsada por la Asociación Empresarial de Comerciantes de Menorca (ASCOME) y donde no faltó el ingenio para atraer a los clientes.
Las promociones que ocupaban buena parte de los escaparates hicieron dar un paso atrás a quien decidió pasear por el centro de Maó. Fue el caso de Rosario, una turista gaditana quien, paseando por el centro de Maó, detectó unos zapatos de salón por tan solo diez euros. Probados y comprados. Sin lugar al titubeo. Otro vecino buscaba una prenda deportiva. Al apreciar que si se llevaba dos, una le saldría a mitad de precio, decidió aprovecharse de la oportunidad y llevarse un capricho.
No obstante, algunas vendedoras eran cautas a la hora de valorar la trascendencia de la iniciativa. Las compras se animaron, pero tarde. «Espero equivocarme, pero creo que aunque las ventas se animen algo más que un sábado rutinario, no será una jornada para tirar cohetes», coincidían en asegurar algunas comerciantes del Carrer Nou y s'Arravaleta en torno a las 11 de la mañana. El ambiente se percibía algo diferente en la calle Ses Moreres donde la mayoría de negocios decidió exponer sus productos en la vía pública y desde temprana hora de la mañana ya percibieron más movimiento de lo habitual. «Este ambientillo que se crea sobre la acera anima a la compra, ha sido la clave para captar clientes», aseguraba la presidenta de Mô Comercial, Mónica Orfila, entre venta y venta. «A 10 euros compras con alegría», resaltaba e indicaba que ha sido una jornada apta para compras compulsivas. No descartaba, tampoco, aquellas personas que esperaron al día del evento para hacerse con algún artículo que necesitaban. Algunos comerciantes decidieron abrir por la tarde para que una actividad de este calibre surtiera efecto.