La madre y los dos hermanos de Cristóbal Esteban Adames, el entrenador de boxeo dominicano residente en Ciutadella asesinado el pasado 26 de octubre en aquel país sudamericano, han interpuesto una querella contra los seis miembros del llamado grupo de Los Trinitarios.
Los familiares del fallecido acusan a los seis individuos, dos de ellos menores de edad y otros dos prófugos, de haber perpetrado el crimen. Para los mayores reclaman una «pena máxima» de 30 años de cárcel y piden que los padres de los menores les indemnicen con ocho millones de pesos (138.856 euros) «por los daños ocasionados».
La madre de uno de los menores, un chaval de tan solo 14 años de edad apodado 'El Ñoco' y que supuestamente apretó el gatillo, ha confesado tener «conocimiento de las actividades delictivas de su hijo» y ha identificado con nombres y apodos a sus «cómplices».
No obstante, la magistrada Candy Marcial Pascual, del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes del Distrito Judicial de Santo Domingo, ha dejado en «libertad pura y simple» al otro menor, el 'Freco' de 17 años, al entender que las pruebas presentadas «no constituyen indicios racionales suficientes como para sostener que existe la probabilidad de que el adolescente imputado participara» en el crimen. Fue detenido solo dos días después pero, en el momento del arresto, «no se le ocupó nada comprometedor».
Los otros cuatro acusados, miembros a su vez de la banda de Los Trinitarios, responden a los alias 'Sonrisa', 'Menor', 'Tiki' y 'Añe'. Los dos primeros, ya detenidos, serán juzgados por un tribunal convencional, distinto del de menores.