El nuevo director de la Autoridad Portuaria de Balears (APB), Juan Carlos Plaza, comunicó ayer en el Consejo de Navegación del puerto de Maó la intención del ente de iniciar el dragado de Maó el próximo mes de febrero, un mensaje que fue recibido con satisfacción por los empresarios que desarrollan su actividad a lo largo de la rada mahonesa.
Fuentes de la APB reiteraron ayer a este diario que confían continuar con el mismo proyecto, que -entienden- recibió el aval de la Fiscalía de Medio Ambiente, aunque, no en vano, obligó a tomar nuevas muestras de los lodos de la zona a dragar con la supervisión del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Las nuevas analíticas ya ha sido realizadas y los resultados se conocerán la semana próxima. El ente portuario confía en poder mantener sus planes de verter los lodos a una milla náutica de Cala Rafalet (Sant Lluís), aunque dependerá del resultado de las catas que se han venido tomando en los últimos meses.
Reunión con el GOB
Aprovechando la visita a Maó para la reunión del Consejo de Navegación, Juan Carlos Plaza mantuvo ayer un encuentro informal en un bar del puerto con el grupo ecologista GOB, autor de la denuncia que llevó a la paralización de los trabajos que debían arrancar en marzo de 2012. A la reunión acudieron el delegado de APEAM, José Ignacio Seguí, el presidente de ASMEN, Justo Saura, y el ecologista Tòful Mascaró, en sustitución de Miquel Camps, quien ayer explicó que el ente trasladó su intención de ser «transparente» y de informar a los ecologistas de todos los pasos que debe seguir el proceso. Asimismo trató de convencerles de la necesidad del dragado, algo que, explicó Camps, «siempre hemos comprendido». El motivo del conflicto sigue siendo el vertido de los lodos «tóxicos» en el mar si tratamiento previo.