La deuda contraída por el Govern balear con el Consell de Menorca prácticamente se ha duplicado en lo que llevamos de legislatura, al pasar de los 26 millones de euros que dejó el anterior gobierno PSOE-PSM a los 48,2 que calcula ahora el expresidente y actual diputado socialista Marc Pons. Tomando como referencia «las cantidades reconocidas por el propio Ejecutivo autonómico», Pons cifra la deuda con el Consell en «un mínimo» de 48.248.495 euros, «sin contar los millones del convenio de carreteras que se han perdido y quizás ya no se recuperarán».
El montante principal, 30.498.495 euros, corresponde a la deuda vencida pendiente de pago, tal como reconoció el 17 de septiembre en el Parlament el conseller de Hacienda, José Vicente Marí. A esta cantidad le añade Pons los anticipos impagados entre 2010 y 2013, que suman un total de 15 millones de euros (4,5 los dos primeros ejercicios y tres millones los siguientes).
Asimismo, denuncia el diputado socialista, «desde la llegada de Bauzá al Govern y de Tadeo a la presidencia de Menorca, se ha incumplido la actual Ley de Financiación de los consells, que obliga a actualizar las aportaciones con una cantidad equivalente a la media de la tasa del IPC y del PIB». Como quiera que esto supone un aumento anual de entre el 2 y el 2,4 por ciento que no se ha satisfecho, el Govern tendría pendientes de ingresar al Consell otros 2.750.000 euros.
Esto arroja una cifra global de 48,2 millones, que Marc Pons no cree que se haya reducido pese al reciente anuncio del Govern balear de que, a través del tercer Plan de Proveedores, saldará 8,1 millones de la deuda acumulada que tiene con el Consell. Esta aportación, «como mucho, puede haber evitado que se incrementara la deuda desde septiembre, pero no la habrá reducido».
Sin precedentes
En este sentido, Marc Pons lamenta que, al pactar la nueva Ley de Financiación, «no se haya establecido ninguna disposición que comprometa al Govern a saldar toda la deuda. 48 millones supone una cantidad elevadísima y sin precedentes, cuyo cobro debería haberse garantizado al acatar este nuevo modelo nada bueno para Menorca».