Operarios del Servicio Insular de Limpieza de Playas retiraron ayer el calderón que apareció muerto el pasado domingo en la zona de Ses Salines, en Punta Prima, y lo trasladaron al vertedero de Milà en Maó, donde se evaluará cómo tratar los restos del cetáceo.
La directora insular de Cooperación, Assumpta Vinent, informó ayer de que el ejemplar, de más de 800 kilogramos de peso, se retiró mediante uno de los vehículos de la empresa FCC, concesionaria del servicio de limpieza del litoral, equipado con una pala especial que permitió recoger y elevar el animal para su transporte.
Además, hubo que utilizar una lona para evitar que la grasa que desprende el cadaver del cetáceo pudiera caer a la calzada, durante su traslado a Maó, y provocara una situación de peligro para los coches.
Al igual que su aparición en la playa de Punta Prima causó una gran expectación, la operación para retirar al calderón también fue aparatosa, debido a su gran tamaño. El hecho de que la zona esté próxima al Camí de Cavalls facilitó, según explicó Vinent, el acceso y la recogida del animal muerto.
En cuanto a su tratamiento en el vertedero, lo más económico sería enterrarlo, ya que la tasa de incineración es mucho más elevada, apuntó Vinent, y requeriría trocear el calderón. No obstante, la directora general afirmó que el tratamiento idóneo se decidirá en la planta.
El calderón, una especie bastante común en aguas menorquinas, es uno de los delfinidos más grandes del Mediterráneo.
El ejemplar hallado en Sant Lluís presentaba heridas que hacen pensar en un accidente que lo desorientara y le hiciera separarse del grupo para morir después en la orilla.