En tres semanas finaliza el periodo máximo de medio año de suspensión cautelar establecidopara dos de los tres directores de los institutos de Maó expedientados por la Conselleria de Educación por su actitud en la tramitación de las enmiendas a sus proyectos TIL.
Si en este periodo de tiempo no se resuelven estos procesos sancionadores, Rafel Andreu y Jaume Bonet volverán a estar al frente de sus respectivos centros (IESPasqual Calbó i Caldés e IES Cap de Llevant respectivamente) el próximo 1 de febrero en una situación extraña: pendientes todavía de una posible sanción.
El único escenario en el que Andreu y Bonet no regresarían el 1 de febrero a sus despachos con plenitud de facultades sería que antes se aprobara una sanción muy dura por parte de la Conselleria de Educación. Ambos se enfrentan a una posible falta grave por desobediencia, cuyo castigo máximo es de un año de suspensión de empleo y sueldo. Si el instructor considera que ha habido falta y la sanción es inferior a los seis meses, se dará por cumplida ya durante el tiempo en el que se han aplicado medidas cautelares ahora vigentes.
Mientras tanto, Margarita Seguí ejerce desde el pasado 20 de diciembre como directora del IESJoan Ramis iRamis con su expediente también por resolver, en en este caso por una posible falta leve y con una sanción máxima de diez días de suspensión de empleo y sueldo.
Como sus compañeros, espera que la propuesta de resolución de los expedientes por parte del instructor no se demore ya mucho más por el horizonte que marca en estos momentos el inminente final de las medidas cautelares a Bonet y Andreu.