El Gobierno central está dispuesto a aplicar el copago hospitalario, es decir, que los pacientes abonen parte de las medicinas que se suministran en los hospitales a enfermos no ingresados que, generalmente, padecen enfermedades graves o crónicas.
La medida, de obligado cumplimiento desde este mismo mes, se está encontrando con los recelos de algunas comunidades autónomas, que son las competentes en la materia, algo remolonas a la hora de aplicarla. Balears, entre ellas.
El pasado viernes, tras el Consell de Govern, la portavoz Núria Riera explicó que la Conselleria de Salut está esperando directrices claras desde Madrid, sobre todo con la intención de que ningún paciente se quede sin sus medicamentos por razones de carácter económico.
El tema está en la agenda de la Conselleria, pero de momento, lo cierto, es que el copago hospitalario no se aplica.
La medida supone que los enfermos no ingresados que recojan en los hospitales alguno de los 42 fármacos sujetos al copago deberán abonar un 10 por ciento de su precio de venta al público, con un tope máximo de 4,2 euros por envase.
Pacientes que adolecen de cáncer, leucemia, hepatitis B o esclerosis son algunos de los afectados por la disposición.
Según los datos ofrecidos por la Conselleria de Salud en sede parlamentaria a preguntas del diputado socialista Vicenç Thomàs. en los primeros seis meses del año pasado se habían suministrado unas 30.000 dosis (no envases) de medicamentos incluidos en esta medida, por un importe total de poco más de un millón de euros, con una proyección para el conjunto del año de 60.000 dosis y dos millones de euros.
Estas cantidades han aumentado considerablemente en los últimos dos ejercicios.
El ahorro para el Hospital Mateu Orfila por al copago hospitalario se quedaría bastante por debajo de los 200.000 euros ya que el tope de 4,2 euros se aplicará en muchos casos.
El coste medio de cada dosis suministrada en 2013 es de 35 euros y el tope se calcula sobre el precio de venta al público de los envases enteros.