El ritmo de las adopciones nacionales y las internacionales empieza a mostrar cambios. Por un lado, la resistencia de las adopciones de algunos países y, por otro, la situación económica que padece nuestro país, ha hecho girar la balanza. Y es que el año pasado llegaron a la Isla la mitad de niños extranjeros que en 2012, mientras que la adopción de niños españoles no solo no está bajando sino que están experimentando un ascenso.
Así es como en 2013 seis familias menorquinas vieron cumplido el sueño de tener un nuevo miembro, tres de ellos procedentes de otros países (Rusia, Etiopía y Filipinas) y otros tres fueron españoles.
Es la primera vez que la Isla invierte la tendencia en lo que respecta a las adopciones. De hecho, en 2012 llegaron tres veces más niños extranjeros que españoles. Según señala el jefe del servicio insular de Familia, Jesús Barrasa, actualmente hay más niños nacionales en situación de adoptabilidad que hace unos años. Y aunque sea solo una apreciación del departamento, la crisis económica que vive el país puede ser uno de los motivos que más pesa.
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