El Govern y el Consell se han quedado solos en su defensa de las nuevas condiciones de la obligación de servicio público (OSP) en la ruta Menorca-Madrid aprobadas el viernes por el Consejo de Ministros. Tanto los grupos de la oposición, PSOE y PSM, como la plataforma El Transport Aeri Ofega Menorca criticaron ayer duramente el hecho de que el Ministerio de Fomento haya aceptado mantener la tarifa de referencia y reducir el número de vuelos.
En ese sentido se pronunció el diputado autonómico del PSOE Damià Borràs: «Resulta sorprendente que suponga una reducción de frecuencias y el mantenimiento de los precios y de la aportación pública del Gobierno de 1,2 millones de euros por año». Sin una variación de los precios, manifestó el socialista, «no se resuelve uno de los principales problemas de la OSP».
El cóctel de reducción de frecuencias y mantenimiento de las tarifas «pondrá más palos en las ruedas a los que quieran venir a la Isla desde la capital (directamente o mediante enlaces) en temporada baja», explicó Borràs. quien ve «ilógico» perder frecuencias y continuar con unos precios que «la mayoría de la ciudadanía ve excesivos».
Por su parte, la portavoz del PSM en el Consell, Maite Salord, a la espera de conocer los detalles de la aprobación del Consejo de Ministros, dio muestras de cansancio respecto a los pocos avances en materia de transporte: «Hasta que el problema no se aborde como una cuestión de interés general no se solucionará, la OSP no es la solución».
Salord lamentó que «siempre salen beneficiados los mismos y los perjudicados son los ciudadanos» en alusión a la aceptación por parte de Fomento de las necesidades de rentabilidad de la compañía Air Nostrum: «Una vez más estamos en manos de las empresas que hacen el servicio».
Tanto Borràs como Salord sí admitieron como un avance que el primer vuelo parta de Menorca, aunque recordaron que esa era una condición que iba a estar presente en la primera OSP y que finalmente no se cumplió.
Plataforma
Por su parte, el portavoz de la plataforma, Enric Vilardell, calificó de «nada satisfactorio» el cambio en las condiciones de la OSP. Defendió como normal que bajen las frecuencias, pero cargó contra el mantenimiento de unos precios que calificó de «desorbitados». Vilardell fue muy claro al afirmar que las modificaciones introducidas responden a las necesidades de rentabilidad de la empresa y no a las de la ciudadanía: «Estos precios no justifican un servicio público», concluyó
Cabe recordar que el menorquín Josep Piris reunió las firmas de más de 4.000 menorquines para pedir un cambio de condiciones especialmente centrado en los precios de la cuarta ruta con más tráfico de pasajeros.