El saber popular acostumbra a pensar que un viral necesariamente es algo malo. En realidad si el término va ligado a la palabra márketing, se convierte en una estrategia comercial. El interesado puede invertir un millón de euros en una campaña elaboradísima y obtener unos resultados discretos, mientras que algo tan sencillo como una fotografía de ensueño captado en un momento específico puede despertar pasiones y conseguir un impacto en las redes sociales sencillamente incalculable.
Es el caso de la imagen que acompaña el texto. Un JPG que en su día algún Community Manager -o 'muchacho del Facebook', como se les conocía no hace tanto- lanzó expectante a la red y desató la locura. En la foto se ve Cala Macarella infestada de barcos en un día soleado.
La pericia del fotógrafo ha brindado a las miles de personas que han compartido la estampa por las redes sociales una hoja en blanco desde la que empezar a diseñar unas vacaciones de ensueño. En Google, 32.200 páginas la tienen colgada. La cuenta oficial de National Geografic (@NatGeo), por ejemplo, la ha compartido a sus seis millones de seguidores.
Ese azul turquesa espectacular, los rayos de sol, las sombras de los barcos que parece que sobrevuelan la zona permiten comentarios en la red del tipo «es el paraíso» o «¿seguro que no es el Caribe?».
Este viral, además, ha desatado un puñado de historias. Desde aquellas que ponen en duda que la escena fuera tomada en Menorca a los que sitúan la imagen en «el Río Menorca». La mayoría de comentarios provienen de Sudamérica.
En definitiva, un ejemplo, como otros en la red aunque quizás no tan efectivos, de que no hace falta gastarse un dineral en una campaña. Basta una buena foto y un 'muchacho del Facebook' que sepa qué hacer con ella.