La oferta complementaria menorquina se lleva un trozo cada vez más pequeño del pastel turístico. La queja repetida en los últimos años desde las asociaciones que agrupan a los negocios vinculados a la actividad turística tiene su claro reflejo en los datos oficiales del reparto del desembolso de los visitantes en Menorca, que ha publicado el Institut Balear d'Estadística de les Illes Balears (Ibestat) a partir de la encuesta Egatur.
Las cifras, que con tanto detalle se remontan solo hasta el año 2010, muestran cómo el gasto de los visitantes en restaurantes, tiendas y otros negocios de la oferta complementaria se sitúo en 2013 en 230,6 millones de euros, una cantidad que ha caído un 2,46 por ciento en los últimos cuatro años a pesar de que en ese periodo el global del gasto turístico se ha alzado un 10,6 por ciento.
Menorca, además del territorio balear donde el gasto turístico ha vivido el crecimiento más pequeño en dicho periodo, es la única isla donde se ha registrado una evolución dispar entre ese gasto de los turistas y el gasto que dedican a la llamada oferta complementaria (todos menos los relacionados con paquetes turísticos, alojamiento y transporte).
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