La APIMA del IES Joan Ramis i Ramis de Maó ha denunciado públicamente las deficiencias estructurales que padece el edificio y que, a su entender, ponen en peligro la integridad física de sus hijos. Una prueba de la existencia de este riesgo es que la Conselleria de Educación ha delimitado, con la clásica cinta de plástico, una zona del patio a la que no se puede acceder ante la posibilidad de que se desprenda un trozo de una cornisa.
El problema más visible y grave es el deterioro de la torre del instituto. Antes de las vacaciones de Navidad técnicos del IBISEC (empresa pública que gestiona los edificios educativos) visitaron este espacio ya que la dirección del centro avisó de una considerable grieta en esta torre y la amenaza que suponía el deterioro de la barandila que la rodeaba. Las piezas que más amenazaban derrumbe fueron retiradas.
Poco después apareció otra grieta en una cornisa que da al patio. Volvieron los técnicos del IBISEC y acordonaron la zona de riesgo. Desde entonces la dirección del 'Ramis' espera que se lleve a cabo la reparación de estos dos puntos. El IBISEC dispone del informe correspondiente y el tema se ha puesto en conocimiento de la delegada en Menorca y el Ayuntamiento de Maó, a través de sus representantes en el consejo escolar.
Desde el centro explican que no es algo nuevo. El centro cuenta con numerosas deficiencias que año tras año se incluyen en la memoria que se entrega a la Conselleria, como el deterioro de una parte importante de los elementos exteriores de carpintería o el mal estado del depósito de combustible para la calefacción. También los vestuarios necesitan una actuación urgente.
El 'Ramis' está a la espera de la ejecución de un proyecto de ampliación que nunca llega. Las estrecheces son muchas y prueba de ello es que todavía utilizan cinco aulas modulares. Hasta siete grupos tienen que cambiar constantemente de clase. La APIMA espera que la Conselleria no espere a que suceda alguna desgracia.