Navegar por Menorca apacigua los ánimos y relaja el karma. Así lo han comprobado Carmen Cervera, la baronesa Thyssen, y su hijo, Borja, que han protagonizado una sonada reconciliación en las revistas del corazón que pone punto y final a más de siete años de distanciamiento. Estos días se dejan ver por la Isla.
Un paseo sin efectivo
Al parecer, el velero de la baronesa ha servido de punto de reunión para toda la familia. Los Thyssen se encuentran estos días en Menorca después de ser vistos por Eivissa y ayer mismo fondearon en la bocana del puerto de Maó.
De hecho, Borja Thyssen y su esposa, Blanca Cuesta, desembarcaron en Calasfonts, en Es Castell, junto a otra pareja sobre las 10.30 de la mañana. Su presencia no pasó inadvertida para los curiosos que los identificaron enseguida.
Según testigos de la zona, los Thyssen entraron en las tiendas de Sa Girada y S'Escopinya en busca de un sombrero del modelo panamá que costaba 30 euros. Lamentablemente no pudieron saciar su capricho porque, al parecer, no llevaban dinero efectivo encima.
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