La comisión de seguimiento de las fiestas de Sant Joan acordó ayer demandar una «mayor implicación de otras administraciones» en la seguridad. Representantes de todos los grupos políticos celebraron la primera de las reuniones con las que pretenden fijar las «prioridades de mejora» y reclamarlas conjuntamente a las instancias competentes.
«Es hora de que se den cuenta de la envergadura de la masificación que venimos constatando y de la necesidad de regularla», resumió a la salida la alcaldesa Francisca Marquès, dispuesta a «hacer oír la voz de Ciutadella donde haga falta. Debemos implicarnos todos y lograr que esa presión revierta en beneficio de la fiesta».
«Necesitamos una actuación preventiva y eficaz», insistió la alcaldesa, que primero dejará un plazo a todos los grupos políticos para que realicen sus propias propuestas. A partir de entonces «se estructurarán encuentros» con otros organismos para que pongan de su parte. «No valen medias tintas. Hay que mojarse», afirma.