El GOB-Menorca ha manifestado su rechazo y ha reiterado las críticas a las obras de reforma de la carretera general de la isla entre Mahón y Alaior, que comenzaron ayer, ya que considera que «será la mayor intervención sobre el territorio de Menorca desde hace mucho tiempo».
Indica que esta obra «viene precedida de una importante polémica, porque el proyecto que ganó el concurso de ideas era muy integrador, pero después se impusieron los criterios políticos y se incorporaron cuatro grandes rotondas a doble nivel que implicarán una transformación muy importante de la imagen de la isla».
«Esta presión política -según el GOB- se ha visto a lo largo de la tramitación del expediente».
Ha aludido al informe técnico de la Comisión de Medio Ambiente, del que ha señalado que «era muy crítico con las cuatro macrorotondas, pero finalmente los políticos impusieron una resolución ambigua que ha permitido que la desproporción siga adelante».
Para el GOB, «las reducciones posteriores que han anunciado varias veces el equipo de gobierno del Consell en nada cambian la envergadura de la intervención» para lo que compara «la previsión hecha en el proyecto constructivo y lo que finalmente se ha decidido ejecutar» y pide que «quien vea modificaciones sustanciales, que las señale».
«Desde el primer día nos hemos encontrado con un equipo que interpreta cualquier crítica con clave política, como si los ciudadanos no pudieran tener opinión fuera de la estricta estrategia partidista; y si la crítica les venía de sectores muy cercanos ideológicamente, entonces su respuesta era que estaban manipulados», ha señalado.
Para el grupo ecologista, «Menorca tenía la oportunidad de hacer una carretera general especialmente comprometida con la filosofía de Reserva de la Biosfera, que fuese un referente que revalorizase la imagen de la isla y que respondiera a un análisis racional de la movilidad, pero se ha apostado por continuar con la triste lista de grandes obras públicas que se llevan a cabo simplemente para gastar dinero».