La nueva consellera de Educación, Núria Riera, admite en una carta enviada a los tres directores de los institutos de Maó que la Conselleria paralizó el proceso relativo a sus expedientes sancionadores durante más de siete meses.
Ante esta circunstancia considera oportuno «avocar la competencia» en la resolución del caso. Es decir, la retira al director general de Recursos Humanos, Bartomeu Isern, en quien se había delegado, para pasar a asumirla personalmente.