La Asociación de Vecinos de Cala Llonga ha alegado contra el cese del reparto postal ordinario, por parte de Correos, y ese es uno de los motivos por el que todavía esta zona no cuenta con buzones concentrados, que deben instalar y pagar los residentes. Otra razón es que no hay espacio para estas baterias de buzones pluridomiciliarios, según afirmó ayer la presidenta de la entidad, Cheli Fox, ya que el que existe o es privado o es municipal. Cala Llonga es una urbanización extensa y se requerirían, como mínimo, tres baterías de buzones, una en cada entrada, «y en la primera es especialmente complicado» por la falta de un lugar adecuado, explica.
Por otro lado, Fox recuerda que muchos residentes no están en la asociación, algo que es voluntario, por lo que Correos debería comunicar su cambio en el sistema de reparto de forma individualizada y no solo a través de la entidad. Además, en los últimos meses se han dado situaciones anómales, mientras algunos vecinos se quejan de no recibir cartas, otros aseguran que todavía les llegan a su buzón.