Calzados Ría, de Ferreries, es un claro ejemplo de cómo una empresa familiar puede articular con éxito los mecanismos necesarios para afrontar una crisis económica que ha socavado los cimientos de la economía nacional y, por consiguiente, la insular, a partir de la innovación y la apuesta por el diseño y la moda.
¿Cómo recuerda el inicio de la actual crisis económica?
— En realidad, nosotros no notamos los efectos de la crisis hasta el 2010-2011 cuando tuvimos más problemas para cobrar las facturas. La empresa experimentó un aumento de los impagados y el descenso de clientes a nivel nacional, nuestro principal mercado, por lo que empezamos a aumentar nuestra presencia en el ámbito internacional.
¿Qué medidas adoptaron para afrontar la crisis?
— Lo primero que hicimos fue contratar un seguro para garantizar el cobro de las facturas. En caso de que esta medida no fuera posible, decidimos el cobro al contado de nuestro trabajo o también hacerlo efectivo mediante contrareembolso. También introducimos algunos cambios para mejorar el funcionamiento de nuestra red de comerciales en el mercado nacional y, al mismo tiempo, apostamos por reforzar el mercado internacional.
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