La recuperación del sector inmobiliario en la Isla, uno de los más tocados desde el inicio de la crisis, tiene muchos frentes abiertos. La delicada situación económica, con una alta tasa de paro y con el consecuente parón en el consumo, y la falta de financiación debido a que los bancos tienen el grifo del crédito cerrado, son evidentemente los problemas más graves del sector.
El otro, sin duda, es el vaivén fiscal al que está sometido constantemente, según alertan los agentes inmobiliarios consultados por este diario, un hecho que «no ayuda para nada al sector», ya que hace que el mercado no se puede estabilizar.
Y es que el aumento de los impuestos en la compraventa de vivienda desde hace dos años hace fluctuar el mercado inmobiliario. Cuando el Gobierno anuncia que se aplicará una nueva medida fiscal, de golpe aumentan las ventas y así compradores y/o vendedores pueden eludir la subida. Y cuando entran en vigor los nuevos tributos, las ventas vuelven a caer.