El conseller de Economía, Fernando Villalonga, propondrá esta mañana a la junta de gobierno del Consorcio de Residuos Sólidos (CRSU) la contratación de una auditoría externa «para determinar y depurar responsabilidades» en torno a las graves deficiencias detectadas en el proyecto de ampliación del vertedero de Milà II.
«Cabe que alguien audite todo lo ocurrido a nivel técnico y económico», dijo ayer el conseller, quien aboga por recurrir a un ente externo, «pues el Consorcio es parte implicada y no tendría sentido que, pudiendo tener una parte de la responsabilidad, fuera también quien asumiera la investigación».
Con esta propuesta, el conseller pretende reaccionar a las peticiones formuladas por la oposición, que días atrás reclamó una investigación exhaustiva de todo lo concerniente a la obra. Por ello, no solo propondrá hoy la auditoría externa sino que, también, el lunes comparecerá voluntariamente ante el pleno para explicar las medidas que se han tomado con el objeto de poder reanudar el vertido en Menorca, lastrado ahora por la clausura temporal de las dos celdas destinadas a este fin.
La deficiente impermeabilización proyectada por Terratest (con el visto bueno de la Conselleria de Medio Ambiente), que no tuvo en cuenta la existencia del acuífero «en cotas superficiales» y que no la reforzó ni siquiera tras detectar que durante las obras se contaminaba el subsuelo, han obligado a paralizar la actividad en Milà.