Explica Petra Bauer, de la Protectora d'Animals de Maó, que por su orientación, la perrera municipal hace que los inviernos sean fríos y los veranos demasiado calurosos para sus inquilinos. Pero desde hace unos días, las mascotas que allí residen pueden gozar de un poco más de comodidad, y ello es gracias a la dotación del centro con 16 nuevas casetas para perros.
Ello es posible gracias a una donación realizada por el grupo hotelero Cadena Carema, que hace unos años ya había colaborado con la causa. Pero el paso del tiempo no perdona, y los habitáculos habían sufrido lo suficiente como para ser renovados. Desde la protectora recuerdan que si alguien tiene una casetas que ya no use, en la perrera serán bien recibidas.
«Con esta ayuda los animales mejorarán mucho en su calidad de vida», sostiene Bauer, quien junto a sus compañeros trabaja incansablemente por encontrar familias de adopción para los perros. Doce esperan una familia de acogida y uno de ellos ha tenido suerte al encontrar un hogar en Alemania, hasta donde viajará próximamente. Eso sí, parece que el problema aéreo no es solo una cuestión de humanos. Y es que el nuevo dueño tendrá que abonar por el viaje de él y su mascota 500 euros.