Al centro de Maó le han tocado la fibra sensible, que en este caso es óptica. La extensión de la red pública de transmisión de datos, que avanza desde hace un par de semanas por las calles de la ciudad, ha alcanzado los últimos días la Avenida José Anselmo Clavé y las inmediaciones de la Explanada, lo que ha conllevado el cierre de varias calles, la retirada de coches estaciones, así como cambios en la ruta habitual de los autobuses.
Desde la empresa M.Polo, que forma parte de la UTE Fibra Óptica, explican que están trabajando en Maó desde hace dos semanas, pero que ha sido esta en la que han entrado más en el núcleo urbano, concretamente por Vives Llull. De momento no han empezado a trabajar en otros pueblos, a pesar de que el cronograma presentado por la UTE al Consell establece que deberían haberlo hecho ya en Es Castell y Alaior.
Comentan desde la constructora que al trabajar apenas un par de días en cada calle, la convivencia con el tráfico es complicada, ya que deben retirarse con celeridad los coches aparcados, cerrar, abrir, y sin mucho margen para avisos y previsiones. Aún así, el Ayuntamiento de Maó ofrece desde ayer en su página web información muy completa sobre el desarrollo de las obras de instalación de la fibra óptica entre edificios públicos en el municipio durante las dos próximas semanas, incluyendo las incidencias en el tráfico que en cada caso van a tener.
En el planning de la UTE adjudicataria, se establecen algo más de trece semanas de obra civil en Maó. En Ciutadella serán doce, pero comenzarán más adelante (en un mes, más o menos). En el resto de pueblos son actuaciones menos prolongadas que empezarán de forma progresiva. En paralelo se construirán los cuatro nodos de conexión, uno detrás de otro. Las tareas de despliegue y conexión quedan para el final, las últimas diez semanas de un periodo total aproximado de cinco meses y medio. El proyecto, financiado con fondos estatutarios, lleva ya un considerable retraso, por lo que se tuvo que pedir una prórroga ante el Gobierno.