El efecto óptico da a entender que el barco encalló con la parte superior de la glorieta cuando, según fuentes de la propia empresa que transporta sus embarcaciones al puerto, este traslado se produjo días atrás y en ningún caso llegó a tocar con el cemento superior de la rotonda dado que se toman todas las medidas que para evitar cualquier tipo de contacto.
El barco se encuentra en el mar, felizmente ubicado en la colársega, sin que la Policía Local tuviera conocimiento de ninguna retención al paso del barco por este enclave de la ciudad.