Una dependencia del servicio de Urgencias del centro médico Canal Salat, de Ciutadella, fue el improvisado paritorio en el que dio a luz Cristina Carretero, joven mahonesa residente en la ciudad de poniente el pasado martes por la mañana. Un cúmulo de circunstancias hicieron que Cristina no tuviera tiempo de ser trasladada al hospital Mateu Orfila y tuvo que parir en un espacio del mencionado centro médico. «Fue un susto cuando me dijeron que no había tiempo para que me llevaran a Maó porque allí no tienen el instrumental necesario, ni anestesista, y en una de las últimas revisiones me habían dicho que quizás tendrían que hacerme la cesárea, pero todo salió bien gracias a todo el personal del centro después del primer revuelo, y en especial la ginecóloga, Myriam Rives y la comadrona, Asunta», explica la feliz madre.
Cristina recuerda que en su primer parto no había tenido contracciones lo que pudo suponer un exceso de confianza en esta ocasión, mientras esperaba a su madre que venía desde Maó. «Cogí el coche y me fui al Canal Salat, pensando que me enviarían en ambulancia al hospital, pero no hubo tiempo». Ingresó a las 10 de la mañana y a las 12.15 y a las 12.35 nacían Cristina y Miguel, con 2.340 y 2.650 kilos respectivamente. Fue un parto rápido al que sucedió, ahora sí, el traslado de la madre al 'Mateu Orfila' en una ambulancia y a sus dos recién nacidos, juntos en una incubadora, en otra.