El nuevo gobierno tripartito del Consell ahorrará cerca de 110.000 euros anuales en dos sueldos políticos, los del conseller y el director insular que suprime respecto de la estructura de gestión del PP, pero añadirá un nuevo cargo, el de una gerente dedicada a llevar la Agencia de la Reserva de la Biosfera para que «la filosofía transveral» de la declaración impregne la toma de decisiones y evite que este distintivo medioambiental siga siendo simple «papel mojado».
El nuevo conseller de Medio Ambiente, Javier Ares (Podemos), quiere «reforzar» con ello el seguimiento de la situación en que se encuentran los recursos naturales de la Isla para aplicar una verdadera sostenibilidad. Su idea es que este cometido tenga continuidad, al igual que la nueva gerencia, para que se convierta en una plaza fija en la institución.
El Consell del «cambio» tendrá dos vicepresidencias. Una la ostentará la socialista Susana Mora, quien además ejercerá de portavoz e intercambiará este cometido con Maite Salord cuando, en 2017, la número uno del PSOE sea investida presidenta. La segunda vicepresidencia recaerá en Cristina Gómez (Podemos).
Desaparecen dos de las consellerías del último gobierno del PP, las de Cooperación Local y Deportes, y Movilidad y Transporte, cuyas áreas pasan a ser asumidas por la presidenta, la vicepresidenta primera y la nueva responsable de Turismo, Maria Sellarès. También se unifican las dos direcciones insulares de Presidencia para que una misma persona lleve su agenda y las tareas de comunicación. Por contra, se crea una nueva Consellería de Empleo y Proyección Económica, que gestionará Susana Mora e integrará también las áreas de Juventud y Deportes.
«Hemos procurado que las áreas encajen lo mejor posible en el perfil de cada conseller», dijo la presidenta Maite Salord quien, además de Cooperación Local, dirigirá la Política Lingüística y tratará de «reconducir» el proyecto la carretera general, para lo que próximamente se reunirá con el director de las obras.
A finales de semana se cerrará el nombramiento de los once directores insulares y en un plazo aproximado de dos semanas se aprobará en pleno el nuevo cartapacio, que primero se quiere consensuar con el Grupo Popular en la oposición.